En una emotiva ceremonia celebrada en el municipio de San Marcos, Funazucar, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Secretaría de Educación, conmemoraron el cierre de un exitoso año escolar del proyecto de alfabetización Alfazucar, que busca reducir el rezago escolar en las comunidades azucareras del país. El evento destacó el esfuerzo y dedicación de 51 estudiantes de las comunidades de Zapote #1, Zapote #2 y Potrerillos, quienes culminaron satisfactoriamente su formación educativa.
Entre los graduados, 11 completaron su primer grado, mientras que tres lograron finalizar su noveno grado, un paso significativo en su desarrollo académico. Además, se reconoció a 18 alumnos que alcanzaron la excelencia académica, reflejando el impacto positivo del programa en su aprendizaje y crecimiento personal.
Esta iniciativa, que forma parte del proyecto "Educación Básica de Jóvenes y Adultos en Zonas de Influencia Azucarera ALFAZUCAR", ha beneficiado a más de 400 jóvenes y adultos en las comunidades cercanas a los ingenios durante el ciclo 2023-2024. Desde su inicio en 2008, Alfazucar ha transformado la vida de más de 44,000 personas en 270 comunidades, reduciendo significativamente los índices de analfabetismo y promoviendo el acceso a una educación de calidad.
El proyecto, liderado por Funazucar y la OEI, con el apoyo de Azucarera Chumbagua y la Secretaría de Educación, reafirma el compromiso del sector azucarero con el desarrollo integral de las comunidades rurales, brindando oportunidades educativas a quienes no pudieron completar su formación en el sistema escolar regular. Este esfuerzo forma parte de la misión de Funazucar de contribuir al progreso social y económico de las zonas de influencia de la agroindustria azucarera bajo el lema "Dulce Solidaridad".
Durante la ceremonia, las autoridades presentes resaltaron la importancia de unir esfuerzos entre el sector privado, la cooperación internacional y el gobierno para combatir el analfabetismo y mejorar las oportunidades educativas en las comunidades más vulnerables del país.
Con este tipo de acciones, el sector azucarero reafirma su rol como motor de desarrollo en Honduras, contribuyendo al bienestar y progreso de las familias hondureñas a través de la educación, la salud y el apoyo al emprendimiento en las zonas rurales.