World Vision a través del Proyecto RISE imparte capacitación: Desarrollo Económico, Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil

World Vision a través del Proyecto RISE imparte capacitación: Desarrollo Económico, Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil

World Visión a través del Proyector RISE ofreció capacitaciones gratuitas para periodistas para abordar el tema de Desarrollo Económico, Empleabilidad y Emprendimiento Juvenil con un enfoque basado en datos, contexto regional y, sobre todo, una mirada humana; teniendo como facilitador a Carlos Castro, Gerente Regional del Proyecto RISE - World Vision.

Carlos Castro- Gerente Regional (Honduras, Guatemala y El Salvador) del Proyecto RISE de World Vision.

Entre los datos importantes referente a nuestro país Castro revelo que según el INE, estima que la población joven de Honduras (12 a 30 años) es de 3,272,504, lo que representa un 33.1% de la población total. De estos se estima que 937,588 son jóvenes que no estudian y que no trabajan.

El término "ninis" (jóvenes que ni estudian ni trabajan) ha sido ampliamente usado en informes, medios y estadísticas, pero sí puede tener una carga peyorativa o estigmatizante, y muchos expertos y organismos han comenzado a cuestionar su uso o preferir alternativas. 

Que la EPHPM del INE recoja información desde los 12 años no significa que se promueva el trabajo infantil. Es una estrategia estadística para captar mejor la realidad laboral, pero no legaliza ni avala el trabajo de menores de 14 años

Se utiliza para identificar situaciones de riesgo como interferencia escolar o trabajo peligroso.

Brechas por género, región y edad

Género

Las mujeres jóvenes enfrentan mayores problemas: el 77 % sufre desempleo o subempleo, frente al 68 % de los hombres.

Esta disparidad se ve reflejada también en el número de “Jóvenes que actualmente no estudian ni participan en el mercado laboral formal”

Región (urbano/rural)

En junio 2024, el 61 % de los jóvenes desempleados residía en zonas urbanas, particularmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula; el 39 % estaba en áreas rurales.

En lo rural, las oportunidades laborales son escasas, agravadas por la informalidad, menor acceso a servicios y las condiciones del Corredor Seco.

A pesar de que las tasas de desempleo en Centroamérica pueden parecer relativamente moderadas, el subempleo — especialmente el invisible— revela una realidad laboral mucho más precaria y extendida. En países como Honduras, más de la mitad de la población ocupada enfrenta condiciones de subempleo, ya sea por trabajar pocas horas o por recibir ingresos inferiores al salario mínimo.

La falta de datos actualizados y desagregados en países como El Salvador y Guatemala limita una comprensión más profunda del fenómeno, especialmente entre los jóvenes, quienes suelen ser los más afectados por la informalidad, la inestabilidad laboral y la baja calidad del empleo.

Estos indicadores reflejan desafíos estructurales del mercado de trabajo que requieren intervenciones más integrales en políticas de empleo, educación y protección social para garantizar oportunidades laborales dignas, sostenibles e inclusivas para toda la población, especialmente para la juventud.

Factores Estructurales que limitan el acceso a empleo digno

Educación deficiente

Solo el 64.5 % de la población completa la educación secundaria y hay una elevada tasa de repetición en primaria

Alta informalidad laboral

Más del 58 % de la fuerza laboral juvenil se desempeña en el sector informal.

Brecha digital

El acceso desigual a internet y habilidades digitales limita la competitividad: muchos jóvenes rurales carecen de conectividad o capacitación tecnológica, repercutiendo en su inserción en un mercado laboral cada vez más digital.

El estudio de World Vision también revela que la forma en que se construyen los mensajes periodísticos sobre temas económicos puede moldear la percepción pública, influir en decisiones políticas e incluso estigmatizar a sectores de la población. Cuando se repiten ciertas narrativas sin contexto ni datos, se corre el riesgo de perpetuar mitos.

“El trabajo está cambiando, pero el derecho a una vida digna debe permanecer.”

El reto del periodismo no es solo contar que el mercado cambia, sino también mostrar cómo incluir a quienes históricamente han quedado fuera.